Os proponemos un nuevo plan para escapar de la rutina semanal en autocaravana, haciendo una escapada de fin de semana a Valls, la capital mundial del calçot.
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¿Que es una “calçotada?
La calçotada es la forma tradicional de comer calçots en Cataluña, en grupo, con familiares y/o amigos y donde la fiesta y el encuentro con los tuyos es una parte muy importante.
Los calçots, originarios de la zona de Valls (Tarragona), son unas cebolletas que se asan con sarmientos de viña, a llama viva, y que se comen con las manos, acompañados de la salsa típica llamada “salvitxada” o romesco. Se encuentran desde finales de otoño hasta marzo o principios de abril.
Normalmente los restaurantes que los sirven los incluyen en un menú típico que tiene como primer plato los calçots con su salsa, servidos en tejas para que mantengan la temperatura. De segundo es costumbre ofrecer carne a la brasa, alioli y pan tostado (con tomate y ajo al gusto). El postre típico es la crema catalana con naranja.
Tras ser asados los calçots se cogen con una mano de sus hojas verdes y con la otra, haciendo una ligera presión en el cuerpo del calçot con los dedos, deslizamos hacia abajo la cobertura quemada por las llamas. De esta forma dejamos a la vista la parte asada del calçot, blanca y jugosa.. Así, ya podremos mojarlos en la deliciosa salsa y, alzándolo por encima de la cabeza, saborearlo. Esta peculiar forma de comer los calçots aconseja vestir para la ocasión un babero, que nos salvará la camisa de manchas de salsa.
¿Donde comer las mejores calçotadas?
Hemos escogido 5 restaurantes de la zona de Valls, de entre los considerados mejores en lo que se refiere a este manjar:
Les Espelmes (Coll de l’Illa):
Situado entre Valls y Montblanc, ciudad medieval de obligada visita de la que os hablamos más abajo, este restaurante apuesta por los productos de proximidad y por una decoración rústica.
En el menú de calçotada, además de los calçots y la tradicional crema catalana, nos agasajarán con carne de cordero a la brasa, longaniza, butifarra negra, alcachofas y judias. Visita su web AQUÍ
El Molí d’en Mallol (Montblanc)
Este restaurante está ubicado en la villa medieval de Montblanc, en un edificio del siglo XIII que había sido un molino, de ahí su nombre.
De segundo podréis elegir entre la tradicional parrillada de carne con butifarra negra, longaniza y alcachofa a la brasa o una buena longaniza montblanquina con judías de la zona. Visita su web AQUÍ
Masia del Pla (El Pla de Santa Maria)
Uno de los restaurantes de la zona con más renombre para comer calçots. Disponen de cuatro menús diferentes:
- Menú express: Una teja de calçots por persona, longaniza y morcilla de Valls a la brasa con alubias, crema catalana, pan y vino de la casa.
- Menú “La auténtica calçotada”: Calçots sin límite y de segundo complementa el menú anterior con cordero de la comarca del Alt Camp y alcachofas y patata asada de acompañamiento. Para beber Cava Brut Nature.
- Menú “Calçotada gourmet”: incorpora de segundo solomillo de ternera a la brasa o bacalao a la llauna.
- Menú “Calçotada vegetariana”: donde la parrillada se cambia por un surtido de verduras con patata, escalibada de pimiento y berenjena, alcachofa y tomate a la brasa, espinacas a la catalana y alubias; y de postre, la crema catalana se intercambia por fruta del tiempo. Visita su web AQUÍ
Casa Fèlix (Valls):
Este restaurante nos lo ha recomendado una clienta y no le falta razón. Es el restaurante por excelencia para esta fiesta y el ideal para los más hambrientos, ya que su menú permite repetir de lo que quieras sin incrementar el precio.
Incluye los calçots con su salsa, longaniza con judías, carne de cordero con guarnición y alioli, crema catalana y para beber vino blanco, tinto o cava del Penedès. También disponen de menú infantil. Visita su web AQUÍ
Masia Bou (Valls):
Otro emblema de la fiesta del calçot, situado a las afueras de Valls. Incluye secallona y aceitunas con caña de cerveza de entrante, para abrir el apetito, los calçots obviamente, morcilla y longaniza con alubias y carne de cordero con patata y alcachofa. De postre crema catalana con carquinyolis, unas galletas con frutos secos buenísimas. Y para beber porrón como marca la tradición, ya sea con vino blanco o tinto, o copa de cava.
Si sois muy de comer podréis, pagando un poco más, cambiar la parrillada por un chuletón de kilo para dos personas. Visita su web AQUÍ.
¿Donde pernoctar con tu autocaravana cerca de Valls?
Os listamos tres lugares donde podréis pasar la noche y descansar tras tremenda comilona:
Área de Alcover (+ info AQUÍ):
Un buen lugar para pasar la noche si os animáis a seguir la Ruta del Cister (más abajo os hablamos de esta ruta). Muy recomendable también pasear por el pueblo medieval de Alcover y visitar su museo.
Parking de la Bodega Adernats (+ info AQUÍ):
Espectacular bodega modernista situada en el municipio de Nulles, considerada una de las “Catedrales del Vino” donde podréis pernoctar en su aparcamiento. Desde el cercano parque de “El Castell” disfrutaréis de unas vistas impresionantes de toda la comarca. También podréis visitar las bodegas y hacer rutas a pie o en bici, para bajar los calçots.
Área de autocaravanas Sam (+ info AQUÍ):
El lugar que debéis elegir si queréis visitar Montblanc. Y os aseguramos que querréis visitarlo. Ahora os explicamos porque.
¿Que visitar en la zona de Valls?
No sólo de calçots vive el hombre y por eso os proponemos visitas que podéis realizar aprovechando al máximo el fin de semana de calçotada.
Valls:
Ciudad de calçots i castellers, moderna pero con historia, que os animamos a saborear paseando por sus calles, descubriendo sus rincones con encanto. Imprescindible visitar sus museos, els de Valls, de arte, el de carros y herramientas del campo y el de la casa natal Madre Güell, con una gran colección de objetos antiguos.
Montblanc:
Ciudad parada en el tiempo, medieval y amurallada, con un núcleo histórico peatonal digno de ser fotografiado en cada esquina.
¿Conocéis la leyenda de Sant Jordi? Mató al dragón, salvando a la princesa, y le regaló una rosa que brotó de la sangre del dragón. Pues la leyenda dice que fue ante la muralla de Montblanc donde Sant Jordi acabó con la bestia, concretamente ante la Torre-Portal que lleva su nombre.
Como hay mucho que ver y mucha historia que conocer os recomendamos que os descarguéis la aplicación móvil oficial “Montblanc, crónicas de una ciudad medieval” (disponible para Android y Apple) que os acompañará por sus diferentes puntos de interés narrandoós la historia de la ciudad.
Ruta del Cister:
Es la ruta que une los monasterios cistercienses de Poblet, Santes Creus y Vallbona. Estos monasterios, del siglo XII, fueron durante más de 300 años los panteones oficiales de la Corona de Aragón.
El Monasterio de Poblet es el conjunto cisterciense habitado más grande de Europa y fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1991. Impresionante y majestuoso, sin duda muy recomendable.
El Monasterio de Santes Creus es el único que actualmente no tiene vida monástica y que, por tanto, permite al visitante explorar sus rincones sin limitaciones.
El de Vallbona de les Monges es el único monasterio femenino de los tres y el único que ha mantenido ininterrumpidamente la comunidad durante más de 800 años. Está considerado el exponente más claro de la importancia de la mujer en época medieval.