Hay dos Cataluñas, la metropolitana y la rural. Ambas muy diferentes y todas con encanto, pero si sois de los que os gusta la tranquilidad, la naturaleza y la historia, la Cataluña rural os gustará más.
En esta serie de artículos, donde ya hemos hablado de Pals, Espinelves, Cadaqués, Rupit, Besalú, Tossa de Mar, Bagergue, Begur, Montblanc, Tivissa, Calella de Palafrugell, Les Cases d’Alcanar, Peralada, Peratallada, Santa Pau y Siurana os presentaremos pueblos de la Cataluña rural, de costa, de interior o de montaña, que, por sus características, debéis apuntarlos en mayúsculas en vuestra libreta de futuros destinos, a los que dedicar una ruta o un fin de semana con vuestra autocaravana.
Seguro que nos dejamos muchos pero estos son, a nuestro parecer, algunos de los más recomendables.
Hoy viajamos a la província de Girona, al pueblo con el estanque más grande y más conocido de Cataluña: Banyoles.
Banyoles
La situación y entorno de Banyoles ofrecen un extenso abanico de posibilidades para acercarnos a la naturaleza, la cultura y la historia de la ciudad del agua.
Rutas
En la página web de turisme.banyoles.cat encontraréis infinidad de rutas, tanto a pie como en bicicleta, para descubrir el estanque y la comarca, el Pla de l’Estany.
Os destacamos algunas, que nos han parecido de lo más interesantes:
Vuelta al Estany de Banyoles, a pie o en bicicleta
La vuelta al lago de Banyoles es uno de los paseos más conocidos de la zona, tanto por los visitantes como por los residentes.
Se trata de un itinerario circular y de dificultad baja, señalizado como recorrido número 1.
Durante este paseo, que da la vuelta completa al lago de Banyoles, podemos disfrutar de la gran riqueza natural y paisajística adentrándonos en los miradores y lagunas de la zona.
Un recorrido de 7 kilómetros, de dificultad baja y sin desnivel, que podéis hacer a pie en 1 hora y media o en bicicleta en 1 hora.
Ruta por el Casco Antiguo
Pasear por el centro histórico de Banyoles nos adentra en el pasado de la ciudad.
Calles y plazas nos guían por los principales monumentos del casco antiguo: plaza Mayor, Llotja del Tint, Muralla Medieval, monasterio de Sant Esteve, iglesia gótica de Santa Maria dels Turers y los museos (Arqueológico y Darder).
Gran parte de este recorrido transcurre por zonas para viandantes, siendo un itinerario adaptado para gente con movilidad reducida.
Se recomienda aparcar el coche en la zona del Lago, tan sólo a 10 minutos a pie del centro. El acceso del Lago al casco antiguo es a través de zonas para viandantes.
Ruta de los canales
Los canales de Banyoles son una infraestructura singular de la ciudad. Se trata de una red de pequeños canales, construidos por los monjes del monasterio de Sant Esteve en el s. IX, que conducen el agua procedente del Lago.
Así, siguiendo el paso del agua a través de los riegos, nos adentraremos en el centro del pueblo, donde descubriremos la importancia del agua en la economía y la vida los bañolenses.
Ruta de 2,2 kilómetros, de dificultad baja y que se puede hacer en una hora.
Rutas de los Soldados de Salamina
Estas rutas, basadas en el libro “Soldados de Salamina” del escritor Javier Cercas, constan de diversos itinerarios que pasan por Palol de Revardit, Sant Miquel de Campmajor, Cornellà del Terri, el Santuario de Santa Maria del Collell, entre otros lugares. Son lugares fuertemente afectados por la Guerra civil española.
Lugares de interés
Además del estanque, Banyoles otros muchos lugares con gran interés histórico y cultural. Aquí os hablamos de los principales:
Llotja del Tint
La Llotja del Tint es el único edificio de tinte manufacturero que se conserva en Cataluña.
Se trata de un edificio gótico civil del s. XV destinado al tinte de ropas o tejidos de lana que se fabricaban en Banyoles.
Tiene dos naves separadas por cuatro grandes arcos ojivales. Estas sostienen la tramada de madera, originariamente con cubierta a dos vertientes. El altillo, el actual segundo piso, es de bóvedas de arista y se accede por medio de una escalera con vuelta de losa.
En su origen se destinaba el tinte de las telas o tejidos de lana que se elaboraban en la ciudad de Banyoles. La gran altura del edificio se debe a que en el proceso de tinte se producían vapores insanos que intentaban evitar con la altura. Las telas, una vez teñidas, se colgaban bajo el tejado para hacer el primer secado. El agua que se utilizaba en este proceso preindustrial provenía del riego Mayor.
Tras caer en desuso durante muchos años, en 1971 el Ayuntamiento de Banyoles recuperó el edificio a fin de evitar su destrucción.
Monasterio de Sant Esteve y Arqueta de Sant Martirià
El monasterio de Sant Esteve es la sede fundacional de la ciudad de Banyoles y conserva diferentes estilos arquitectónicos debido a las diversas destrucciones y reconstrucciones que ha sufrido a lo largo de los siglos.
En su interior se encuentra el retablo gótico de Nuestra Señora de l’Escala (s. XV) y la Arqueta de Sant Martirià (s. XV).
La visita, tanto en el interior de la iglesia como en el claustro, se hace a través de visita guiada que se puede concertar a través del Museo Arqueológico.
Poblado Neolítico de la Draga
En 1990 se descubrieron los restos de un antiguo poblado neolítico instalado en la zona nordeste del Lago. Las excavaciones llevadas a cabo han permitido determinar que data de hace 7.200 años. Actualmente se pueden visitar las reproducciones de las antiguas cabañas y descubrir cómo era la vida en la época del neolítico.
Villa romana de Vilauba
La villa romana y visigoda de Vilauba (Camós) se encuentra situada en un pequeño valle que se extiende a unos 3 kilómetros al sur del municipio y del lago de Banyoles.
Fue descubierta en 1932 pero las excavaciones sistemáticas no comenzaron hasta el 1978. Estas excavaciones se llevan a cabo a través del Grupo de Investigación Arqueológica del Pla de l’Estany y se coordinan desde el Museo Arqueológico Comarcal de Banyoles.
La investigación continuada hace que sea una de las villas más bien estudiadas de Cataluña y la convierte en una cita esencial para el conocimiento del mundo rural romano y visigodo.
Los restos más significativas de Vilauba corresponden a la etapa altoimperial (siglos I-III dC), cuando la villa se organizaba en torno a un patio central delimitado por unas galerías porticadas. De la villa se conserva la pars urbana (la parte residencial) y la pars rustica (zona de trabajo). Destaca de la parte residencial la capilla de la casa donde se encontraba el larario, la despensa, el triclinium o comedor y los baños, descubiertos recientemente. Se conservan también los restos bajo imperial de la villa (IV-V dC) y los restos de la aldea visigótico conformado por tres casas con los respectivos patios.
El topónimo Villa Alba, que hace referencia a una masía cercana y de la que hoy toma nombre el yacimiento, sugiere su posible continuidad a partir de la época medieval y es también un claro testimonio de la profunda huella romana en este territorio.
La villa visigoda de Vilauba es un yacimiento visitable a través de visitas guiadas en las que se explica cómo era la vida rural de época romana tanto para el público escolar como por el público general.
Molino Papelero de la Farga
Se construyó en el año 1685 para trabajar el cobre y constaba de una rueda, un martinete y una fragua. Más adelante se amplió y fue pasando a herederos directos o indirectos hasta que, a finales del s. XIX, la familia Escatllar llevó a cabo la última ampliación para poder fabricar papel. Las dos actividades coexistieron hasta su cierre a mediados del s. XX.
En 1983 se cedió el edificio de la Fragua de Cobre al Ayuntamiento de Banyoles, que ha adecuado la planta baja para la fabricación artesanal de papel.
Pesqueras
Las pesqueras son pequeñas construcciones que encontramos dentro del agua en el Lago, en la orilla este, y declaradas Bien Cultural de Interés Nacional (en la categoría de Jardín Histórico) por la Generalitat de Cataluña
En total encontramos 20 pesqueras, cada una con un nombre particular.
Su construcción se inició a mediados del s. XIX hasta 1931, y a lo largo de estos años se han ido reformando y acondicionando.
Inicialmente, la función de las pesqueras era para guardar el material de la pesca. Posteriormente muchas de ellas aumentaron su superficie para poder guardar una barca. Finalmente, con la llegada de la práctica del deporte y el auge de la burguesía bañolense, se adaptaron para poderse bañar e incluso alojarse.
La mayor parte de las 20 pesqueras son de uso privado (concesión administrativa). La única a la que se puede acceder es la pesquera número 10, utilizada como Oficina de Turismo del Lago.
¿Dónde pernoctar con autocaravana en Banyoles?
Hasta aquí nuestro resumen del pueblo de Banyoles.
Esperamos que hayamos despertado vuestra curiosidad y descubráis esta zona en alguna de vuestras futuras salidas.
Estad atentos a nuestras redes sociales para descubrir nuevos pueblos que no os podéis perder en Cataluña.
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Imágenes y información de turisme.banyoles.cat