Hay dos Cataluñas, la metropolitana y la rural. Ambas muy diferentes y todas con encanto, pero si sois de los que os gusta la tranquilidad, la naturaleza y la historia, la Cataluña rural os gustará más.
En esta serie de artículos, donde ya hemos hablado de Pals, Espinelves, Cadaqués, Rupit, Besalú, Tossa de Mar, Bagergue, Begur, Montblanc, Tivissa y Calella de Palafrugell, os presentaremos pueblos de la Cataluña rural, de costa, de interior o de montaña, que, por sus características, debéis apuntarlos en mayúsculas en vuestra libreta de futuros destinos, a los que dedicar una ruta o un fin de semana con vuestra autocaravana.
Seguro que nos dejamos muchos pero estos son, a nuestro parecer, algunos de los más recomendables.
Hoy viajamos al sur, cerca del Delta del Ebro, a un pueblo mediterráneo antiguo, alejado de la masificación turística de playa: Les Cases d’Alcanar
Les Cases d’Alcanar
Les Cases de Alcanar, conocidas como “Les Cases” se emplaza en el litoral de Alcanar, a 4 km de Alcanar. Les Cases de Alcanar es una de las villas marineras con más encanto de la Costa del Ebro, su fisonomía de auténtico pueblo marinero marcada por una fachada marítima que conserva las antiguas casas de pescadores, junto con el puerto su puerto deportivo y pesquero, le confieren un encanto especial único en les Terres de l’Ebre.
El casco antiguo
Si os introduzcáis dentro de la población de Alcanar, os sorprenderá el centro histórico. Calles estrechas y empinadas hablan de cómo se originó el núcleo en el año 1239, después de que la ocupación árabe dejara una fuerte huella en muchos aspectos.
En este núcleo antiguo encontrará vestigios del antiguo amurallamiento como la Torre del carrer Nou, ubicada en uno de los puntos más elevados de la población para poder tener un buen control visual del territorio.
Desde allí, se puede imaginar la línea de muralla que continuaría hasta la iglesia de Sant Miquel, templo construido a finales del siglo XVI, siguiendo el estilo neoclásico y que más tarde, en el siglo XIX, fue ampliado con el actual crucero y presbiterio. Sin duda, la iglesia es el edificio más destacado del patrimonio de Alcanar, y uno de sus aspectos más singulares es el carácter de fortaleza que le da la garita ubicada en uno de los lados de la fachada principal.
Conduciendo vuestros pasos por la calle del Forn, cuna de la población, llegaréis a la Cisterna del Vall. Aprovechando el antiguo foso se edificó, antes del siglo XVII, una construcción destinada a almacenar agua para el uso doméstico. Grandes sillares de piedra conforman el suelo y las paredes de una de las cisternas de dimensiones más grandes de toda Europa. Contigua a la Cisterna se ubica la Casa O’Connor, una casa modernista que se ha convertido en un museo local
Mucha historia marinera
Antiguamente, el núcleo giraba en torno a una antigua torre de defensa que, con tres cañones, controlaba la costa. Esta edificación fue destruida durante la guerra contra Napoleón. Poco a poco, se fue configurando una pequeña villa marinera que mientras amarraba las barcas en las playas de guijarrales, construía su iglesia, dedicada a Sant Pere.
A diferencia del resto de puertos pesqueros catalanes, el de les Cases de Alcanar, se construyó con el esfuerzo de los marineros, los cuales tuvieron que hacer frente a los gastos de construcción, ya que no se autorizó la construcción de un nuevo puerto dada la proximidad de otros puertos pesqueros importantes.
La pesca como protagonista
Los pescadores de les Cases de Alcanar desarrollan tres tipos de pesca: el arrastre, los cangilones y el trasmallo.
El cangilones, es un arte artesanal de trampa que consiste en poner unos cangilones, una especie de norias, que al ofrecer escondite a los pulpos estos se introducen y son pescados sin darse cuenta.
El arrastre consiste en arrastrar un gran saco por el fondo del mar acumulando los peces y crustáceos de hasta 900 metros de profundidad. Los pescadores salen a las 6 h. de la mañana y vuelven a media tarde para vender el pescado en la lonja.
Finalmente, el trasmallo es un arte de pesca también artesanal hecho por tres redes de diferente malla donde los peces se quedan atrapados. Los pescadores las ubican en el fondo del mar por la tarde y recogen los peces de madrugada antes de que salga el sol, entre mayo y junio es cuando la pesca es más abundante.
La Platjola, una playa virgen sin ir al Caribe
La Platjola recibió la distinción de playa virgen. . El objetivo de este galardón es resaltar los valores naturales y inalterados que todavía mantienen algunas playas de nuestro litoral, y está promovido por Ecologistas en Acción de Cataluña.
La platjola es la única playa de la costa de Alcanar apta para perros.
Forma parte del conjunto de playas y calas denominadas Les Timbes y el valor ambiental y ecológico es elevado, por lo que disfruta de la distinción de playa virgen. El hecho de no sufrir presión urbana y encontrarse alejado de los núcleos de población ha conservado sus valores naturales.
Si vais con vuestra mascota, tened en cuenta que en Semana Santa y en verano (del 15 de junio al 15 de septiembre) de 11h a 18h no pueden acceder. Durante el resto del año no hay limitaciones.
El pescado más fresco, de la lonja a sus restaurantes
La cocina de Les Cases es la suma del mar, el río y la tierra. El Ebro que aporta el agua dulce y los alimentos necesarios para que la calidad, sabor y variedad del pescado, langostinos y mariscos sigue muy significativa. Por otro lado encontramos el esfuerzo, la sabiduría y el oficio de los marineros que luchan cada día para llevar el mejor producto a puerto, eligiendo la variedad apropiada de temporada.
De la tierra encontramos el aceite virgen, oro líquido extraído del olivo milenario o de las diferentes variedades existentes en la comarca que enriquece la cocción y el gusto.
La tradición gastronómica de este magnífico lugar se basa en la fidelidad a una memoria de cocinar y continuar con los gustos y sabores de siempre. Al mismo tiempo, la cultura culinaria ha sabido transformar la cantidad en calidad, que hoy en día es muy difícil de llevar a cabo y entender.
No os podéis perder los clásicos del lugar: CALDO, el “CAMPANERO”, el SUQUET, El ALL Y PIMIENTA, Y EL PESCADO TOSTADO, ARROZ A BANDA, ARROZ A LA MESQUETA … Disfrutando sus muy variadas y fresquísimas materias primas: LANGOSTINOS, ALMEJAS, MONETA, PULPO, BOQUERONES, DORADAS, ROM, ORTIGAS, PALA, CHIPIRONES, SEPIA, MEJILLONES, “PURITOS”, CANANA, ESPARDENYES, DATILES, CAIXETES, CIGALAS, CARACOLES PUNXENTS,etc, etc….
La gastronomía de Les Cases se basa en la bondad a la hora de cocinar, por muy humilde que sea el pescado, para poder darle el máximo rendimiento y disfrutar del sabor, fragancia y emoción.
Desembocadura del río Sénia
El río Sénia, nace con mucha fuerza en pleno macizo de los Ports. Rápidamente se embalsa en el pantano de Ulldecona y a partir de este punto, su caudal disminuye fuerza, aunque recibe las aguas de otros barrancos más pequeños que llevan agua en primavera y otoño.
Después de salir de los Puertos, el río entra en un terreno muy plano y el agua superficial desaparece, en excepción de avenidas o lluvias fuertes. No es hasta la desembocadura que el agua vuelve a hacer acto de presencia, esta vez de forma permanente durante todo el año y a través de una laguna de rambla.
La desembocadura del río Sénia es un espacio de interés natural y paisajístico reconocido como tal por presentar una gran diversidad de especies vegetales y animales y para situarse entre el delta del Ebre y la Albufera de Valencia, lo que lo convierte en un lugar de parada para las aves migratorias.
Las aguas de la laguna, alimentadas por los acuíferos reciben instrusions marinas principalmente en los meses más secos, cuando las capas freáticas bajan de nivel. Es por ello que nos encontramos con mucha vegetación propia de lagunas y de río, como el carrizo, la enea, los juncos, los fresnos y sauces blancos.
En los bordes de la laguna, donde el suelo es más rocoso y no muy profundo nos encontramos la maquia formada por lentisco, la coscoja y el palmito (única palmera autóctona de Europa). En cambio, en los taludes y márgenes del río encontramos vegetación de ambientes costeros como el hinojo marino.
Además, este rincón acoge una gran variedad de fauna propia de los espacios húmedos mediterráneos como los sapos, pollas de agua, ánades reales, gaviotas, cormoranes y hasta tortugas mediterráneas, que con un poco de suerte podemos ver calentarse sobre los guijarrales. Su presencia indica la excelente calidad ambiental de este paraje.
La Moleta del Remei, yacimiento ibérico
La Moleta del Remei es uno de los yacimientos ibéricos más importantes de Cataluña. Fue declarado monumento histórico-artístico en 1979. Se construyó, junto con cinco yacimientos más de la zona, mucho antes de la llegada de los íberos, posiblemente por gente que llegaba del Bajo Aragón y que pretendía establecer relaciones comerciales con los fenicios que frecuentaban aquellas costas.
Con sus 4.000 m2 es uno de los asentamientos más grandes de todo el nordeste de la Península Ibérica durante este periodo preibérico, y acogía una comunidad de unas 500 personas, muy numerosa para los estándares del momento. Ubicado sobre una colina suave, orientado a las ricas tierras agrícolas de su alrededor, acogía un numeroso grupo de familias, posiblemente todas ellas emparentadas entre sí. Gente que vivía especialmente del trabajo del campo, cultivando sobre todo trigo, cebada, lentejas, almortas y guisantes, recursos que completaban con la ganadería y, en menor medida, la recolección y la caza.
Cada familia vivía en casas de poco más de 20 m2, posiblemente de dos plantas, donde una chimenea central presidía su día a día. La mayoría de las casas se orientan hacia una gran zona central, la que es sin duda la plaza central más grande de todos los poblados de este período el conjunto de Cataluña.
Después de este primer periodo, hacia el 600 aC aproximadamente, la Moleta fue abandonada. Pero poco más de 150 años después fue ocupada de nuevo, ahora por otra gente, los Íberos, que hicieron reformas y se instalaron hasta casi el siglo II a.C. El poblado ha sido excavado arqueológicamente casi en su totalidad, y ofrece una visita tan entretenida como agradable.
El nombre de este yacimiento viene motivado por la proximidad a la Ermita del Remedio, dedicada a la patrona del municipio, la Virgen del Remedio. Un edificio religioso de visita obligada y que se caracteriza, especialmente, por los colores mediterráneos de las tejas de la cúpula.
El Centro de Interpretación de la Cultura de los Íberos
La Casa O’Connor es un edificio señorial de estilo modernista, que acoge el Centro de Interpretación de la Cultura de los Íberos
Se muestra el desarrollo de las comunidades de la zona en la Edad del Hierro a partir de los materiales arqueológicos originales pertenecientes a los yacimientos de Santiago – Mas de Serrano y la Moleta del Remei. Encontrareis una exposición permanente de 160 piezas originales procedentes de los yacimientos, entre las que destaca una vajilla de ceremonias indígena única en Cataluña.
El edificio incluye también el Espai Galià, muestra del legado que el reconocido pintor Narcís Galià dió al municipio. Una colección formada por dibujos, esculturas y, especialmente, por pinturas en las que sorprende el extraordinario dominio del color.
La Casa O’Connor era la vivienda de una de las familias de grandes propietarios de Alcanar en el siglo XIX., es por ello que conserva en su interior pinturas modernistas que nos explican cómo vivían las familias acomodadas de la época,
El edificio por sí solo y su decoración mural son una muestra excelente del modernismo, que, juntamente con la exposición y un audiovisual, también permiten al visitante adentrarse en la historia más reciente de Alcanar.
Nidos de Ametralladoras
Desde les Cases d’Alcanar caminando por guijarral de la playa del Marjal encontrará un buen número de nidos de ametralladoras de la Guerra Civil Española de 1936, uno de los conjuntos más completos que encontramos en Cataluña y se complementa con fortificaciones situadas en el pie de la sierra de Montsià.
Los nidos de ametralladoras son unas estructuras de defensa que estaban vinculadas a un complejo compuesto por trincheras cobijo y polvorín, excavados en el subsuelo. Están hechos de ladrillo, mortero, hormigón y hierro para resistir los impactos de los proyectiles.
Estas construcciones, junto a las baterías de costa, formaban parte de la fortificación de la costa de Alcanar. Fueron construidas durante la Guerra Civil por el Ministerio de Guerra de la República Española, para defenderse de un posible desembarco de buques de tropas fascistas. Les Cases d’Alcanar era un punto estratégico por su vista privilegiada a la bahía de los Alfacs.
¿Dónde pernoctar con autocaravana en Les Cases d’Alcanar?
Hasta aquí nuestro resumen del pueblo pesquero de Les Cases d’Alcanar.
Esperamos que hayamos despertado vuestra curiosidad y descubráis esta zona en alguna de vuestras futuras salidas.
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Imágenes y información de Alcanarturisme.es