Vivimos algo que nunca pensamos que ocurriría. El simple hecho de hablar de endemia, hasta hace poco, era hablar de ficción. Pero como se suele decir, muchas veces la realidad supera la ficción. El Covid19 nos ha traído un baño de realidad, en el que hemos cambiado nuestros hábitos, para así estar más seguros.
También nosotros nos hemos adaptado a la nueva realidad, manteniendo nuestra exposición visitable a través de la exposición virtual de nuestros modelos en este blog durante el confinamiento. Y ahora, que ya estamos en la Fase 1 de desconfinamiento, abriendo la atención presencial al público, con cita previa, con todas las medidas de seguridad y todas las precauciones.
En nuestras rutas y lugares recomendados para visitar también nos hemos adaptado. En este, y en los próximos artículos, os iremos presentando lugares geniales sin salir de vuestra área sanitaria/provincia en un inicio y, posteriormente, conforme el desconfinamiento vaya avanzando y se permita más movilidad, lugares de turismo de proximidad, ese turismo que tanto ayudará a recuperar la economía y el normal funcionamiento postconfinamiento.
Sin más preámbulo pasamos a presentaros tesoros escondidos del Área Metropolitana de Barcelona donde vivir experiencias en familia sin alejarse mucho de casa.
Tesoros del Área Metropolitana de Barcelona Parte 3
Parque de Torreblanca de Sant Joan Despí
La historia de este magnífico parque de 9 hectáreas se explica conjuntamente con la historia de las poblaciones de sus alrededores: Sant Joan Despí, Sant Feliu de Llobregat y Sant Just Desvern.
Su nombre proviene de la edad media cuando en sus terrenos había una finca agrícola en la que destacaba su muralla y su torre. A través del tiempo tomó el nobre de la Torre Blanca. En el siglo XIX el marqués de Monistrol hizo levantar en esos terrenos un palacio neogótico con unos jardines románticos por donde paseó la aristocracia y burguesía de Barcelona y Madrid durante años. La Guerra Civil destruyó sus edificios principales quedando la finca en ruinas. En el año 1982 se diseñó el parque y se abrió al público.
Encontraréis un inmenso parque al que no le falta detalle: un tranquilo lago, con grutas, cuevas y islas, es el principla protagonista. Todo esto rodeado de vegetación que favorece que en el parque haya gran variedad de aves. También cuenta con un divertido laberinto hecho con cipreces y un punto elevedo desde donde podréis ver el macizo del Garraf.
Este es un parque muy activo y que los vecinos se han hecho suyo. Un claro ejemplo son los más de 600 rosales que se encuentran diseminados por el parque, que se empezaron a cultivar a finales del siglo XIX y que a dia de hoy cuidan desde la Associació d’Amics de les Roses de Sant Feliu de Llobregat. Además, desde 2012, se organizan infinidad de actividades que complementan este excelente espacio natural rodeado de urbes. Podréis conocer su histria, conocer sus árboles, observar los pájaros que anidan, ayudar al cuidado de los rosales, plantar semillas o intercanviar libros, entre otras muchas actividades que se van organizando.
Parque de Can Rigal de Barcelona
Otro magnífico parque urbano, este situado en la misma ciudad de Barcelona. Se situa en un solar donde antes se ubicaba un parking y un vivero de Parques y Jardines que poco a poco ha ido dando paso al parque.
Un rincón de paz, de dos hectáreas, entre Barcelona, en el distrito de Les Corts, y L’Hospitalet de Llobregat, que ha sido diseñado bajo criterios medioambientales y de sostenibilidad. La vegetación es muy variada: encontraréis representado el bosque mediterráneo, con pinos y encinas, una zona de prados con árboles caducifolios y un camino central donde crecen las plantas enredaderas en sus pérgolas y pórticos, aportando sombra al visitante, y plantas que requieren poca agua para su mantenimiento, favoreciendo así la sostenibilidad del parque.
Estos criterios de sostenibilidad han dotado al parque de un sistema de recogida del agua de la lluvia, que la reparte por todo el parque, y un sistema para aprovechar el agua que contiene un acuífero que se encuentra bajo el parque. Además se han instalado placas solares para generar la energía necesaria para iluminar el parque. Sus caminos están adaptados para personas con movilidad reducida, con suaves pendientes que sustituyen a las escaleras.
Los vecinos han tenido mucho que ver en la creación de este parque, participando desde el primer momento en su diseño y consiguiendo que fuera más verde que gris y que contara con algunos servicios como diferentes zonas para la práctica del deporte, un bar con terraza y espacios para el juego infantil, con areneros que seguro que encantan a los más pequeños. Y esto no acaba aquí, está prevista su ampliación hacia los terrenos ubicados ya en L’Hospitalet de Llobregat, donde se construirá una pista de deportes, un frontón y unos huertos públicos.
Parque de Can Vidalet de Esplugues de Llobregat
Nos encontramos ante un oasis de vegatación, rodeado de carreteras (la N-340, la Ronde de Dalt de Barcelona y la AP-2) y el gran parque de Esplugues de Llobregat, que también pueden disfrutar sus vecinos de L’Hospitalet.
Es uno de los cinco parques históricos de la Área Metropolitana de Barcelona y sus orígenes se remontan a finales del siglo XIX, cuando en unos terrenos que eran propiedad de tres familias que tenían allí campos de cultivo de secano y tres mansiones (Can Totó, Can Roses y Can Vidalet) Bartomeu Vidal hizo unos jardines. Durante la Guerra Civil las propiedades fueron expropiadas y ocupadas por Indalecio Prieto, ministro de Defensa de la República. Tras la Guerra las propiedades fueron devueltas a sus propietarios. El Plan Comarcal de los años 50 permitió el inicio de la construcción del parque que fue abierto en 1975.
Desde entonces el parque no ha dejado de mejorar las ya impresionantes características del parque con su lago, sus grutas, sus caminos y sus pinos y encinas singulares por ser centenarios muchos de ellos. Encontraréis espacios de juego para los más pequeños, una zona para practicar deportes y, para los amantes de la naturaleza, un recorrido botánico con 25 fichas explicativas de los árboles y arbustos del parque. Además podréis hacer una gimcana con vuestros hijos o ver demostraciones de baile y percusión.
También este parque se ha adaptado a los criterios de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. Su lago se alimenta de un acuífero subterráneo, de una vieja mina que se situa debajo del parque, y su agua no es tratada químicamente.